El Principio de Peter, de Laurence J Peter, me sirve de inspiración para reflexionar analíticamente sobre el proceder de la gente mexicana.
Esto seguramente sucede, lo mismo entre amas de casa, vendedores de tacos, verduras, etc. que entre políticos, empresarios, sacerdotes, maestros y estudiantes de todos los niveles.
El referido tratado sobre la jerarquiología, aborda cómo el proceso de desarrollo de un Pueblo, se ve obstaculizado por la incompetencia.Como ejemplo podemos poner a los "cuida chamba", considerando el término "chamba", como sinónimo de "trabajo". Existen personas que llegan a desempeñar un puesto laboral, a veces por sus conocimientos, pero en porcentaje significativo, llegan por recomendaciones, compadrazgos políticos, conveniencias salariales para el patrón, por negociaciones sindicales-patronales, por escalafones obtenidos por tiempos laborados, etc.
Un ingeniero, amigo mío, me platicó la siguiente anécdota.
Don Sebas, viejo empleado analfabeta de aquel ingenio azucarero, siempre había sido obrero de segunda categoría, pero por sus años de servicio, debía ser ascendido, por lo que sindicato y empresarios,decidieron darle el puesto de "responsable de la caldera" , para lo cual, se supone, recibió capacitación; pero resultó que a pocos días de estar al tanto de la calderá, se generó una explosión en la que murieron personas. Al ser llamado para investigar las causas de la explosión, se le cuestionó sobre el por qué había sucedido esto, y don Sebas con aires de indiferencia respondió " pues yo no sé nada, a mi me dijieron, (sic) cuando baje la buja (sic) échale leña y cuando suba la buja, déjale de echar".
Asi es como se toman decisiones irresponsables en todos los nivelea de la jerarquiología mexicana.
Otro ejemplo.
En el mundo de los políticos de este país, cualquiera que sea el partido y la gente del sistema en el poder, es común que individuos no especializados, ocupen Secretarías o puestos de alto nivel, que nada tienen que ver con su preparación académica, si es que la tienen, por que los hay tan cínicos, que ocupan la Secretaría de Educación Pública, por ejemplo, con documentos universitarios falsificados, como en el pasado un tal Pescador. Imagínese querido lector, a cargo del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuyas funciones básicas están dirigidas al sector salud, un tal Horcasitas, ahora prófugo de su conciencia, por la muerte de inocentes en la guardería ABC de Hermosillo Sonora. O el otro Horcasitas, como director del Metro en el Distrito Federal, recién inhabilitado para ejercer en el servicio público durante veinte años, debido a sus pendejadas evidenciadas en la línea doce de este medio de transporte.
Como profesor de nivel superior, observo a diario que contadas personas participan con sus opinión sobre el tema en cuestión, aunque la pregunta de ¿ qué opinan? es para el grupo, y aquí lo preocupante es, que quienes nunca intervienen, le toman coraje a quien lo hace, y seguramente en sus adentros dicen "ya va hablar otra vez ésta hija de la..:.tiznada" o. sea que allí impera el refrán mexicano de "o todos hijos o todos entenados" "todos coludos o todos rabones". Nadie tiene derecho a ser diferente, a superarse, a demostrar sus cualidades, porque esto evidencia las carencias de los demás. En este país no se perdona el éxito ajeno.¡Pobre Pueblo conformista! ¿a dónde llegarás?.
¿Cuántos sujetos especializados están a cargo de las Secretarías de Estado y puestos de alto nivel en este país.?
Si el porcentaje es superior al cincuenta por ciento, vamos de gane.
Los incompetentes, frenan el desarrollo de un Pueblo, porque no sólo toman decisiones erróneas, sino que frenan a quienes sí están capacitados y tienen significativamente, más neuronas en conexiones sinápticas, o lo que es lo mismo, no tienen cerebro de camarón.
Los incompetentes "no cachan, ni pichan, ni dejan batear" aludiendo palabras sabias del decir popular, y lo que es peor, roban y despilfarran el dinero de nuestros impuestos, o como buenos pendejos, ni cuenta se dan cómo sus burradas, llevan al desperdicio los recursos .
Es tiempo ya de frenar la incompetencia. Enseñemos a nuestros niños a pensar y a solucionar problemas de muchas maneras, a reconocer el mérito ajeno y a aprender de otros, a trabajar en equipo y compartir el liderazgo, a ganarse el pan diario con honradez y dedicación especializada y responsable, entre muchas cosas más, quizá sólo así podremos librarnos de los incompetentes.
Abrazos.
Luis Eduardo Betanzos H.
14 de septiembre del 2014
twitter @ebetanzosh
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